Emisiones de energías sorprendentemente altas interfieren en la «burbuja» que protege a la Tierra y sus planetas vecinos
Una burbuja protectora del Sistema Solar impide que la radiación cósmica afecte a la vida en la Tierra |
Hace tres años, la pequeña nave espacial Explorador del Límite Interestelar (IBEX) de la NASA descubrió unas inesperadas emisiones de altas energías que formaban una misteriosa «cinta» en el límite del Sistema Solar. Este fenómeno ha desconcertado a los científicos todo este tiempo, que han propuesto más de una docena de teorías para tratar de explicarlo sin llegar a ninguna conclusión definitiva. Ahora, investigadores de la Universidad de New Hampshire están prácticamente convencidos de haber encontrado una explicación, que han publicado en la revista Astrophysical Journal. Según ellos, la llamativa y estrecha banda está formada por partículas cargadas del viento solar atrapadas en esta región.
El interés por el fenómeno está más que justificado, ya que esta banda se encuentra al borde de la heliosfera, la enorme burbuja que rodea nuestro Sistema solar y que actúa como un escudo protector contra los dañinos rayos cósmicos, que podrían impactar contra los planetas, entre ellos la Tierra, y poner peligro la vida. Los campos magnéticos del medio interestelar -el espacio entre las estrellas- influyen de forma importante en nuestra heliosfera, así que cualquier cambio en ellos supone un cambio en nuestro escudo protector.
Los investigadores han llamado a su explicación «teoría de la retención». De acuerdo con ella, el «nudo» se forma en un lugar especial donde el viento solar interactúa con el campo magnético galáctico. El Sol emite constantemente un viento solar de partículas cargadas o iones que viajan en todas direcciones a velocidades supersónicas. Las cámaras de IBEX miden los átomos neutros energéticos que se forman cuando las partículas cargadas se neutralizan. Cuando abandonan el Sistema solar, la mayoría se mueven en varias direcciones para nunca más volver a entrar. Sin embargo, algunas impactan contra otros átomos neutros, convirtiéndose en partículas cargadas de nuevo. Entonces comienzan a girar rápidamente alrededor del campo magnético creando ondas o vibraciones que las mantienen atrapadas. Así se forma la banda.
Como barcos en una tempestad
Nathan Schwadron, autor principal de la investigación, de la Universidad de New Hampshire, compara el proceso con una serie de barcos atrapados en un puerto. «Piense en la banda como un puerto y las partículas del viento solar que contiene como barcos. Los barcos pueden quedar atrapados en el puerto si las olas del mar fuera de ella son lo suficientemente potentes. El nudo es una región donde las partículas, originarias del viento solar, quedan atrapadas o "retenidas" por intensas ondas y vibraciones en el campo magnético».
Los investigadores creen que su teoría de la retención está en consonancia con todas las observaciones realizadas por la sonda IBEX, que ha proporciona imágenes de las interacciones invisibles entre el viento solar y el medio galáctico con sus cámaras ultrasensibles desde que fue lanzada en 2008. Aunque la teoría parece dar en el diana, el equipo está todavía lejos de creer que la banda esté completamente explicada. Una prueba importante para validar el modelo será observar cómo se transforma con los cambios del viento solar.
«Si la teoría es correcta -señala Schwadron- la banda se puede utilizar para decirnos cómo nos estamos moviendo a través de los campos magnéticos del medio interestelar y cómo esos campos magnéticos influyen después en nuestro medio espacial».
Fuente: www.abc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario