jueves, 31 de enero de 2013

Más arcilla en Marte de lo creído


Un nuevo estudio indica que los minerales de arcilla, los cuales se forman por regla general cuando el agua está presente durante largos períodos de tiempo, cubren un área mucho mayor de Marte de lo que se pensaba.



El equipo de Eldar Noe Dobrea del Instituto de Ciencia Planetaria en Tucson, Arizona, y James Wray del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech), en Atlanta, ambas entidades en Estados Unidos, ha identificado los minerales de arcilla mediante el análisis espectroscópico efectuado por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA, que está en órbita a Marte desde 2006.

Hay arcillas en algunas de las rocas estudiadas por el Opportunity cuando aterrizó en el cráter Eagle en 2004, y también las hay en las llanuras de Meridiani Planum por las que este robot ha circulado desde entonces hasta su posición actual.



"No sorprende que el Opportunity no haya detectado arcillas en su exploración", aclara Wray. "No sabíamos de la existencia de arcillas en Marte hasta después de que llegó el vehículo robótico. El Opportunity no tiene las mismas herramientas que han demostrado ser tan eficaces para la detección de arcillas desde la órbita marciana".

Las evidencias de arcilla cerca del cráter Eagle son muy débiles, especialmente si se comparan con las que existen a lo largo del borde y el interior del cráter Endeavour. Wray cree que las arcillas pudieron ser más abundantes en el pasado, pero la historia volcánica y ácida de Marte probablemente eliminó algunas de ellas.

Hay varias hipótesis sobre las causas de la formación de minerales de arcilla en Marte. A estos minerales allí detectados a menudo se les ha considerado como indicadores de que esa porción de la superficie marciana, en el pasado, fue alterada por agua líquida. Una hipótesis sostiene que durante períodos lo bastante largos, el contacto con el agua líquida pudo alterar las rocas ígneas, como el basalto, produciendo arcillas. Otra hipótesis propone que las aguas fluyendo a través del subsuelo marciano pudieron producir arcillas mediante un proceso hidrotermal.

La arcilla puede, por tanto, delatar la presencia de agua líquida. Y ésta a su vez puede indicar un entorno con las condiciones necesarias para la vida.

El robot Curiosity está mejor equipado que el Opportunity para buscar señales de condiciones aptas para la vida, pasadas o actuales, por lo que, desde la llegada a Marte del Curiosity en agosto de 2012, el interés de los astrobiólogos se ha centrado más en las actividades de este robot. Los científicos esperan valerse del Curiosity para estudiar las arcillas presentes en sedimentos de la región que ese geólogo robótico está explorando.

Fuente: http://noticiasdelaciencia.com

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