En promedio, cada seis segundos hay una colisión entre cometas cerca de 49 CETI, una estrella que es visible a simple vista. Y esta situación parece que existe desde hace millones de años.
En las tres últimas décadas, los astrónomos han descubierto cientos de discos de polvo alrededor de estrellas, pero sólo dos destacan además por poseer grandes cantidades de gas en sus inmediaciones. Una de ellas es 49 CETI, a cuyo alrededor hay una tremenda masa de gas, incluyendo monóxido de carbono.
Las estrellas jóvenes, con una edad del orden del millón de años, suelen tener un disco de polvo y de gas orbitando en torno a ellas. Sin embargo, el gas tiende a dispersarse con facilidad ante las condiciones impuestas en el medio por la actividad del nuevo sol. Son muy raros los casos en los que, después de 10 millones de años de existencia, a una estrella todavía le quedan cantidades significativas de gas en ese disco.
Sin embargo, a 49 CETI se le calcula una edad de 40 millones de años. ¿Cómo explicar el misterio de que, con esa antigüedad, aún posea una cantidad tan grande de gas a su alrededor?
El equipo de los astrónomos Benjamin Zuckerman, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), e Inseok Song, de la Universidad de Georgia en Athens, Estados Unidos, propone que el misterioso gas proviene de un enorme cinturón de astros pequeños, mayormente cometas, alrededor de 49 CETI. Este cinturón es parecido en algunos aspectos al Cinturón de Kuiper en nuestro sistema solar.
El Cinturón de Kuiper se extiende más allá de la órbita de Neptuno, y la masa total de los numerosos objetos que lo componen es de aproximadamente una décima parte de la masa de la Tierra. Sin embargo, en la época en que la Tierra todavía se estaba formando, hace unos 4.500 millones de años, la masa del Cinturón de Kuiper debió ser de unas 40 veces la de la Tierra. Con el paso del tiempo, la mayor parte de la masa del cinturón se ha perdido.
Recreación artística de disco de cuerpos menores alrededor de una estrella. (Imagen: T. Pyle (SSC), JPL-Caltech, NASA) |
Se calcula que hay cientos de billones de cometas en órbita a 49 CETI. Para hacerse una idea de las probabilidades de colisión entre astros en ese sistema solar, basta con tener en mente esa cifra colosal de cometas, cada uno con un diámetro no inferior al kilómetro (la cantidad de cuerpos es mucho mayor si se incluye a objetos más pequeños). Las colisiones entre objetos de este disco a la fuerza han de ser muy frecuentes.
Es muy probable que estos cometas jóvenes contengan más monóxido de carbono que los cometas hoy típicos en nuestro sistema solar. Cuando colisionan, el monóxido de carbono escapa en forma de gas al espacio, junto con otros gases. La masa de gas observada en torno a 49 CETI es el resultado de los miles de colisiones diarias entre cometas. Todo apunta a que esta abundancia de colisiones se mantiene desde hace 10 millones de años aproximadamente.
Fuente: http://noticiasdelaciencia.com
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