Investigadores rusos trabajan el lecho marino del océano Glacial Ártico con una estación sumergible 'supersecreta'
El nuevo submarino ruso de propulsión nuclear AS-12 Losharik fue probado para perforar pozos de exploración en el lecho marino del Ártico a una profundidad de 2.500 a 3.000 metros, anunciaron las agencias rusas este lunes.
El nuevo submarino 'supersecreto' capaz de sumergirse hasta 6.000 metros de profundidad fue usado para la extracción de rocas vivas en la cordillera submarina Mendeléev, en el océano Glacial Ártico, según informaron unas fuentes de la Defensa de Rusia. La perforación fue realizada en el marco de la expedición 'Ártico-2012', iniciada a principios de agosto pasado.
El nombre oficial de este tipo de submarino nuclear que posee un pequeño reactor de nuevo diseño es 'estación atómica de grandes profundidades del Proyecto 20210 Kalitka', mientras los creadores del nuevo aparato marítimo lo bautizaron con cariño Losharik (un simpático caballito, héroe de los dibujos animados de la época de la URSS).
El proyecto fue desarrollado por la Oficina de Construcción de Máquinas Navales Malaquita (San Petersburgo), líder en diseño y construcción de reactores atómicos, que ha desarrollado este 'misterioso' proyecto para el nuevo 'igualmente misterioso' submarino nuclear Kalitka .
La creación de Losharik es un prodigio de la ingeniería soviética. El proyecto desarrollado en 1988, fue lanzado recién en agosto de 2003 debido a problemas financieros que la Defensa rusa experimentó en los años 90. El misterioso 'Proyecto 20210' tiene una estructura compleja, basada en un número elevado de cascos interiores y compartimentos y fue designado para misiones especiales como investigación, operaciones militares y de rescate.
Según datos del Ministerio ruso de Recursos Naturales, en la cordillera submarina Mendeléev, en el océano Glacial Ártico, las riquezas de esta plataforma continental de Rusia ascienden a 5.000 millones de toneladas del combustible convencional.
Rusia reivindica desde 2001 una vasta zona de la plataforma del Ártico que incluye las cordilleras subacuáticas Lomonósov y Mendeléev, una superficie adicional de 1,2 millones de kilómetros cuadrados donde se concentran colosales reservas de hidrocarburos. Para avalar la reivindicación, necesita presentar a la ONU pruebas geológicas y geofísicas demostrando que dichas cordilleras son una extensión natural de su territorio.
En 2007 los batiscafos rusos Mir 1 y Mir 2 clavaron la bandera Rusa en el fondo del océano Glacial Ártico, debajo del Polo Norte, a 4.261 metros de profundidad, dando origen a una acalorada polémica sobre la delimitación de las fronteras en el Ártico.
Fuente: http://actualidad.rt.com/ciencias
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